Día tras día en consulta me encuentro con personas que muy pocas veces se han querido, cuidado o mirado por ellas mismas alguna vez.
Tenemos una tendencia a poner siempre por delante a los demás en todo, dejando atrás incluso nuestras propias necesidades. Muchas veces pensando que lo nuestro es secundario, pero…
Ponte a pensar, ¿Quién cubre esas necesidades entonces si no lo hacemos nosotros/as?
-NADIE.
¿Y qué pasa si no se cubren?
Pues que empieza el malestar general: ansiedad, estrés, estados de ánimos más decaídos, el sentirse poco valorado, que cualquier cosa te afecte e irrite…
¿Y cómo podemos cambiar o mejorar eso?
Muy fácil, QUERIENDOTE. Si, así de simple.
La autoestima abarca todas aquellas creencias, sentimientos, evaluaciones, percepciones y pensamientos que tenemos sobre nosotros/as mismos/as según nuestras experiencias.
Por tanto, si te quieres, te cuidas, te valoras, atiendes tus necesidades, etc., tu autoestima será estable.
¿Y cómo es eso?
Porque cuando te aceptas, te dedicas tiempo, te valoras y respetas al completo, al enfrentarte a una situación complicada o a alguien que quiera hacerte daño sabrás que esa situación no te describe.
Tú sabes lo que vales y quién eres, tendrás herramientas suficientes para superar la situación.
Ejemplo:
Si tu autoestima está mermada y alguien te dice «eres tonto» y es algo que tú mismo piensas de ti pues te afectará el doble y se puede actuar de forma impulsiva. Y no porque otra persona te lo haya dicho, sino porque tú mismo crees que es así.
Sin embargo, en la misma situación si yo tengo una buena autoestima, me puede sentar mal que me insulten (porque no es agradable), pero no me va a afectar igual, porque yo sé que no lo soy. Por tanto, actuaré de forma adecuada conservando mi bienestar.
Son dos maneras muy diferentes de actuar ante una misma circunstancia. TU tienes la clave, TU eliges con cual te quedas. Y en el caso de que tengamos dificultades, siempre podemos pedir ayuda profesional. Aquí estaré para atenderos encantada.
Melissa García Psicología.